La decoración vintage al aire libre tiene el poder de crear sugestivas atmósferas retro. El justo elemento de diseño vintage es el que puede otorgar a los espacios externos un toque acogedor, lejos del atractivo aséptico del elemento minimal o high tech, frío y esencial.
En las superficies de sofás, sillas y mesas vemos estampados recuerdos de antaño. Por otro lado, los colores son los de la naturaleza: los matices del cieno, creta, mates, las escalas cromáticas que se integran perfectamente con las plantas y flores del jardín.
No obstante, para darle una actualidad fresca al pasado, es necesario inclinarse hacia una mezcla armoniosa evitando los objetos de épocas demasiado diferentes, pues se corre el riesgo de que se obtenga una disonancia visual poco ordenada.
La mejor solución es la de gestionar correctamente los espacios disponibles, reservando al elemento vintage un ángulo del jardín o una zona circundante.
Este estilo nos brinda la posibilidad de realizar auténticos juegos de combinaciones. Para que se obtenga una atmósfera romántica y provenzal, podemos combinar muebles rústicos con piezas de anticuariado de mercados de segunda mano, o bien de los sótanos de nuestras casas, que se prestan fácilmente a un segundo uso, una segunda vida capaz de volver a contextualizar su función original.
Un antiguo aparador se transforma por ejemplo en el hábitat perfecto para flores y plantas.
Las jaulas de hierro forjado pueden convertirse en perfectos pies para lámparas que exponer en el patio de la casa. Y los sillones de los antiguos salones no deben abandonarse, pues son ideales para acoger mini huertos.
Al lado de la clásica butaca mecedora, podemos poner una mesita de mimbre en la que apoyar un juego de té decorado con flores. Suaves cojines crudos y mantas de color glicinia o nata completan el outfit de un exterior totalmente vintage.
Para una atmósfera vintage elegimos un pavimento en gres porcelánico de apariencia natural a la vez que urbana. La colección Nau 2.0 propone una interpretación refinada de una materia muy atractiva, con tableros exclusivos capaces de transformar todos los ambientes en un espacio único. El tiempo y sus efectos se leen en una textura repleta de detalles: rayas, cepillados, signos de desgaste y de manualidad.
Una colección que se integra perfectamente en ambientes de exterior porque genera una continuación visual a través de un look natural y delicado, la síntesis perfecta para una decoración vintage.